Suelo explicar a mis alumnos del máster de acceso a la abogacía, que en la jurisdicción penal todo acusado tienen una defensa. Por muchas pruebas que haya contra tu cliente, siempre es posible encontrar una estrategia y sacar un conejo de la chistera con el que defenderle. ¿Siempre?
Eso debió pensar el justiciable que protagoniza este post. Érase una vez un denunciado que no acudió al juicio. Como era un juicio de faltas, en el que no es obligatoria la asistencia del denunciado, la vista se celebró en su ausencia y, obviamente, nuestro amigo fue condenado. Así que decidió recurrir la sentencia, y como en el juicio de faltas tampoco se exige la intervención de abogado, redactó personalmente, y a mano, el recurso.
He aquí el tumbativo argumento con el que nuestro protagonista explicó su ausencia en el juicio:
Por fortuna para él, el Magistrado al que correspondió resolver el recurso de apelación tenía bastante sentido del humor. No se pierdan el Fundamento de Derecho Primero de la Sentencia:
El caso es que ha llegado a mis manos este documento histórico y no he podido resistir la tentación de compartirlo. Espero que mis respetados lectores me perdonen la licencia.
Esto es BUE-NÍ-SI-MO. Vaya risas me he echado… ¡seguro que le amenizó la mañana al magistrado!
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De buena se libró este hombre al tener la suerte de encontrarse con un magistrado comedido, con mucha mano izquierda y con un sentido del humor envidiable. Ya puede enmarcar la sentencia.
Un saludo cordial
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En la viña del Señor tenemos que haber de todo.Reciba un muy cordial saludo D.José Mª
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