Ayer tuvo lugar en el Tribunal Supremo la vista del recurso de casación interpuesto por el ex juez Elpidio Silva contra la sentencia que le condenó como autor de un delito de prevaricación. Y como el populismo es gratis, surgen de nuevo los que le justifican: «se saltó la ley, sí, pero para encarcelar a un banquero», dicen los mismos que defendían a Garzón cuando fue condenado por espiar a abogados.
Hay un diálogo admirable en la película «Un hombre para la eternidad» en el que Santo Tomás Moro discute con su yerno sobre la necesidad de respetar la ley y no utilizar atajos en la lucha contra el delincuente. Dura menos de un minuto pero merece la pena:
Se me ocurre que es el mismo diálogo que habrían mantenido Elpidio Silva (o Garzón) y Tomás Moro si se hubiesen llegado a conocer. Sería algo así:
-¡Hazle arrestar!- Exclamó Elpidio al ver que Blesa se marchaba en libertad.
-¿Por qué?- Respondió Tomás Moro.
-Es peligroso.
-¡Por libelo y espía!
-¡Padre! Ese hombre es malo.
-No hay ley alguna contra eso.
-¡Está la ley de Dios!
-Pues que lo arreste Dios.
-Mientras todos habláis se ha ido.
-Sería libre de irse aunque fuera el diablo en persona hasta que violara la ley.
-Vaya, con que darías al diablo el beneficio de la ley.
-Sí. ¿Tú qué harías? ¿dar un rodeo alrededor de la ley para coger al diablo?
-¡Sí! ¡Me saltaría todas las reglas de Inglaterra para hacerlo!- Se jactó Elpidio.
-¡Ya! ¿Y cuando te hubieses saltado la última ley y el diablo se volviera contra tí, ¿dónde te esconderías, Elpidio, si las leyes son planas? Este país está sembrado de guerras de costa a costa. Leyes humanas, no divinas. Si te las saltaras, y eres muy capaz de hacerlo, Elpidio, ¿crees de veras que podrías resistir impasiblemente los vientos que se levantarían? ¡Sí! Yo concedería al diablo el beneficio de la ley por mi propia seguridad.
Totalmente de acuerdo con tu opinión. Qué diferente sería el mundo, inclusive el de la Justicia, si hubiese mas de un Tomás Moro en nuestros días.
Me gustaMe gusta
Tenemos unos cuantos Elpidios en España… Algunos en su casa y otros en sus juzgados y loados día sí y día también por muchos medios de comunicación. Y de estos polvos vienen después los lodos…. ¿Se publica el nombre de los cirujanos que salvan vidas cada día en nuestros hospitales?, ¿o de los bomberos o policías que arriesgan la suya a diario por nuestra seguridad? La respuesta es no. Y me parece correcto. Luego ¿por qué tenemos que darles tanto bombo mediático a unos señores que simplemente hacen su trabajo, la mayoría de las veces sin más mérito que los antes mencionados? Tenemos un país de pandereta. y por eso pasa lo que pasa….
Como siempre, brillante y oportuno Don José María. Y aupa aleti!
Me gustaMe gusta
Enhorabuena. Muy oportuno
Me gustaMe gusta
Estimado José María, que razón tienes. El fin no justifica los medios.
Un saludo.
Me gustaMe gusta